1.Realizar un resumen escrito de la introducción contenida en la página inicial de Éticarte 9° (clic aqui para ver página inicial de Éticarte 9°).
2.Observar los dos videos de la presente página y realizar un resumen escrito de cada uno, ilustrando con dibujos o diagramas. Mínimo una página por video. Realizar el trabajo en las hojas solicitadas para esta asignatura, legajado en la carpeta o portafolios para ser presentada en la próxima clase.
MATERIALES BÁSICOS
1- Un legajador o carpeta plástica con gancho tamaño oficio.
2- Hojas blancas tamaño oficio de resma, cantidad (20 Hojas legajadas en la carpeta).
3- Una Hoja guía de líneas.
4- Materiales básicos de trabajo artístico. (Los mismos materiales de Educación Artística)
PARTE 2
La persona, Ser digno
EJERCICIO 2
Observar el video de la presente página: Eduación Civica: ¿qué es la dignidad humana? y realizar un resumen gráfico a manera de caricatura, ilustrando con dibujos o diagramas. Realizar el trabajo en las hojas solicitadas para esta asignatura, consignando tambien la teoría o complemento teórico de los presentes temas para ser presentado en la proxima clase, legajado debidamente en el portafolios de evidencias.
Evolución de la idea de la dignidad humana
La reflexión filosófica ha acompañado al hombre a lo largo de su existencia, puesto que es el único ser que se cuestiona sobre sí mismo y sobre el mundo que lo rodea. La historia de la filosofía, nos dice Nicol, se desarrolló en tres temas centrales: primero, la metafísica, después la epistemología y, finalmente, la antropología. Esto se debe a que primero se preguntó el hombre sobre el ser, luego sobre la forma en que se obtenía el conocimiento sobre ese ser y posteriormente sobre el ser que conoce al ser, es decir el hombre mismo.
De la comprensión que se tenga de la naturaleza humana deriva el trato que debe dársele a todo ser que posea dicha naturaleza, a lo que denominamos “dignidad”. Vocablo que deriva del latín dignitas, que a su vez deriva de dignus, cuyo sentido implica una posición de prestigio o decoro, “que merece” y que corresponde en su sentido griego a axios o digno, valioso, apreciado, precioso, merecedor.
La dignidad es ser tratado como lo que se es. La pregunta entonces, ya no solamente para poder comprender lo que somos en un sentido metafísico, sino para poder dar un trato digno al ser humano, en un sentido ético, es ¿cuál es la naturaleza o physis ontológica del hombre? ¿Qué es el hombre? Así, sabiendo lo que el hombre es podremos tratarle como tal, como merece, es decir tratarlo dignamente. La respuesta a esta interrogante puede ser muy variada, dependiendo de la concepción desde la que se formule, del ámbito cultural e incluso de las creencias personales de cada individuo.
El hombre tiene una naturaleza distinta de la de los demás seres: capaz de autogobernarse y además posee la cualidad de poder comprenderse a sí mismo como un ser individual y, a la vez, como parte de una sociedad en la que interactúa con sus semejantes. Aunque se identifica con sus iguales no se comporta de manera idéntica a ellos, puesto que no solamente tiene un ser sino que puede tener modos de ser, como les llama Nicol.
La noción de dignidad humana es uno de los conceptos que en el ámbito del derecho y la filosofía presentan mayores problemas para su esclarecimiento y definición, en gran medida porque depende de la concepción filosófica en la cual se fundamente la argumentación; por ello tal vez la conceptualización de la dignidad más utilizada en la actualidad tiene un carácter meramente instrumental, en la que se hace referencia a la dignidad como el trato o respeto debido a las personas por su sola condición de seres humanos, pero sin entrar a señalar las razones o el por qué se le debe ese trato, con lo que se deja a otros ámbitos de reflexión el indagar sobre la naturaleza humana o las características de lo humano que sustentan la dignidad.
Incluso, una práctica actual en las reflexiones tanto en el campo de los derechos humanos como en la bioética, con la finalidad de obviar o evadir el problema de las distintas perspectivas, consiste no en definir ni conceptualizar la dignidad, sino que dándola por supuesta se tratan de identificar las conductas que la lesionan o dañan, lo que algunos identifican como conceptualización de la dignidad por su contrario.
Desde nuestro punto de vista, una perspectiva de la dignidad así, sin una determinación clara, sin vocación de valor absoluto o al menos definido es sumamente peligrosa, pues deja al concepto vacío de contenido y difícilmente defendible o sostenible ante los posibles ataques, e incluso hace sumamente difícil la construcción de un marco institucional para tutelarla; además de que permite el uso del concepto dignidad de manera ambigua, para argumentar en defensa, por ejemplo, tanto de la legalización como de la prohibición de determinadas situaciones que son objeto de profundo debate social, como la eutanasia o el aborto, por lo que consideramos que sólo con un concepto claro y preciso de dignidad es posible construir los medios para su defensa y desarrollo en la convivencia social, pues en un aspecto tan relevante no basta confiar en el sentido común o la intuición.
En su desarrollo histórico la idea de dignidad humana ha hecho referencia a distintos aspectos de la condición humana o ha sido entendida desde distintas perspectivas o dimensiones. Francisco García Moreno, por ejemplo, identifica lo que él llama cuatro dimensiones de la dignidad: a) político-social; b) religiosa o teológica; c) ontológica y d) ética, personal y social en el sentido de la autonomía, que corresponde de alguna manera a su evolución o desarrollo a lo largo de la historia, como exponemos a continuación.
PARTE 3
COMPLEMENTO DE LECTURA
El reconocimiento de las propias cualidades positivas o virtudes.
En general, cuando se habla de “mejorar personalmente”, casi todas las personas reconocen que a lo largo de sus propias vidas se han preocupado y han intentado conocer y cambiar conductas y actitudes que no parecían favorables. Ya sea realizando estudios especializados o, simplemente, de modo improvisado y espontáneo (como “conversando con uno mismo”), en algún momento hemos tratado de mejorarnos.
Si hablamos de mejorar o “superarse” (como se dice comúnmente), siempre nos imaginamos mejorar o superar “dificultades” o “defectos” personales. Seguramente hemos tratado de luchar contra esos aspectos negativos personales, y seguramente que en mayor o menor medida hemos logrado algunos cambios, alguna mejora personal. Esta fue, sin duda, una forma de conocerse y eso está muy bien, por esta razón debemos tener en cuenta esos aspectos negativos y transcribirlos como propósitos o virtudes para mejorar o implementar en nuestras vidas.
Ahora intentaremos hacer un trabajo distinto al que hemos realizado hasta ahora. A diferencia de lo anterior, ahora trataremos de reconocer en nosotros mismos las cosas interesantes, las cosas positivas, las buenas actitudes que cada uno tiene. Trataremos de ver qué aspectos, qué cualidades positivas, qué virtudes personales tenemos que podemos reconocer o que otros ven en uno.
Para esto, uno tiene que “despejarse” un poco, tratar de dejar de lado esas cosas negativas que reconocemos en nosotros mismos, y sin detenerse, sin pudor trataremos de reconocer nuestras propias virtudes.
Qué cosas interesantes puedo reconocer en mí? No hablamos de aquellas cosas que nos sucedieron o que nos han salido bien, sino de lo que tengo de interesante, de cualidades positivas personales, de virtudes, de cualidades. Aprovechemos estas virtudes en la acción de todos los días.
A veces es más fácil prestarle atención a los aspectos negativos, dentro de nosotros y en otros. Esto se debe a la educación que hemos recibido, a una cultura que de maneras diferentes y en lugares diferentes, pone mayor énfasis en lo negativo, en lo que no funciona, y, finalmente, en los defectos del ser humano.
Viendo lo positivo dentro de sí mismo y en otros, nosotros estamos mirando la vida con otros ojos. Es un estilo de vida diferente en comparación al "seguir viviendo" siempre con lo negativo, como nos hemos acostumbrado. El negativismo está fuera de este nuevo estilo de vida.
EJERCICIO 3
AUTORRETRATO DE VALORES
OBJETIVO: Ver nuestras propias cualidades positivas y ponerlas al servicio de nuestros proyectos y actividades cotidianas, así como también al servicio de los demás y reconocer aquellas cualidades que queremos reforzar o pontencializar.
INDICACIONES: En el portafolios realiza un autorretrato, escribiendo tu nombre muy colorido y destacado y dibuja tu autorretrato de manera simplificada o caricaturizada con sentido artístico y estético.
Este dibujo debe tener dos posibilidades integradas. una en la cual se destaquen 5 valores o virtudes que posees, estas pueden ser escritas o representadas gráficamente a un lado del dibujo y en el lado opuesto debes enumerar 5 virtudes o valores que te gustaría reforzar o implementar, este sería el aspecto negativo en el que queremos mejorar personalmente. Dividiendo tu autorretrato en dos, puedes destacar con el fondo ( como en el ejemplo, en el que se destaca con color verde un lado), con una línea divisoria o con cualquier otro recurso que puedas implementar para separar los dos aspectos.